Chumbivilcas-Cusco

Chumbivilcas-Cusco
Periodo 2009-2011

MUSICA - Estudiantina Universitaria de Chumbivilcas

Evento Cultural en Lima

Evento Cultural en Lima

Lugar del evento: Bella Durmiente

Lugar del evento: Bella Durmiente

lunes, 2 de agosto de 2010

sábado, 31 de julio de 2010

Estampas Chumbivilcanas

PRIMERA ESTAMPA

CARNAVAL ANDINO
PUJLLAY
Al embrujo del amor, el “Qorilazo”, en noches de lluvia y de viento, en noches de luna y de frío, desata sus recónditos sentimientos en el lenguaje melodioso de las “qhashwas” del “pujllay” andino.
Fugaz, alegre, llega el “pujllay” en su blanco corcel.
Su Inmaculado ropaje de cinlas multicolores, su flameante bandera blanca y música alegre y tierna, enciende en cada pecho, entusiasmo escenario de la tierra brava.

Por doquier, guitarras y quenas, “pincuyllos” y tambores, esparcen la música el “pujllay”.

Juegos, cantos “qhashwas” enloquecen…

Felicidad de vivir, derroche de alegría, se desparraman por las calles y plazas, por pampas y cabañas.

Después, raudo, con su ropaje hecho jirones, con el corazón destrozado, se va, se va el “pujllay” hasta el próximo año.
Quedan jóvenes y viejos, cholos y mestizos, tristes, llenos de recuerdos, con el eco del “Suray surita” que aún vibra en cada pecho.


SEGUNDA ESTAMPA

EL “QORILAZO”

En el extenso territorio de sus hazañas, el “qorilazo”, tiene como inseparables compañeros, la tempestad que templa su alma, la lluvia que le fortalece, el viento y el frío impotentes para entumecer su espíritu lleno de fuego y de valor.

En su brioso corcel, cascabeleando sus espuelas roncadoras y haciendo restallar su chicote, vence las distancias, para llegar a los brazos de su amada… El trayecto solitario anima con sus “waynos” de amor entrañable.

Su lazo de oro, su “liwi” de plata, enaltecen su cabalgadura. Y configuran su exótica traza de caballero andino, su blanco sombrero a la pedrada, sus “qarawatanas” y sus espuelas de plata.

Surge como una visión cautivante por las lomadas y las abras platicando con la Naturaleza en su lenguaje musical.

Así será siempre el “qorilazo”. Así fueron nuestros padres. Inmortal espíritu de la “tierra brava”, sigue su marcha a través de las generaciones.


TERCERA ESTAMPA

“TURU PUJLLAY”
La exótica vida del singular espíritu del “qorilazo”, se desenvuelve con coraje y bravura en las trágicas fiestas de sangre y de muerte.
Es “turu pujllay”. Día de la corrida chumbivilcana.

Imponentes desesperados mugen y braman los toros en la boca calle convertida en cozo.

La plaza se llena de “qorilazos” a pie y a caballo. Los “wuaynos” taurinos llenan el ambiente de siniestras ansias de espectar la lucha del hombre y de la fiera.

Al son de los “ataques”, salen los toros y acometen. Unas veces el hombre triunfa y baila al compás de los “turu bailes” que tocan las bandas. Es “turu pujllay”. Juego de hombre con la fiera.

Otras veces la iera triunfa. Entonces la muchedumbre grita y el ambiente es aterrador, trágico. Las “wakawaqras” con susu sonidos broncos y pausados entonan el “yawarmayu”, río de sangre que tiñe de rojo los corazones y la plaza.

“Tayta Inti” se cubre con negras nubes.
Un matrero “mishitu” o un “phallu” negro, rubrica con sus astas la tragedia de la tarde. Bañado en sangre, el “qorilazo” agoniza. La aficción de sus dueños, también, los corceles han pagado con sus vidas.

Termina el “turu pujllay”. Se van los toros. Se van a sus querencias con los ojos enrojecidos y las bocas espumantes.

Llena la plaza la música del ”chijchischay paraschay”. Las “qhaswas” y el tropel de jinetes borran los borran los charcos de sangre. Del “turu pujllay”, de la fiesta brava, es la despedida hasta el otro año.

En el manto negro de la noche el día se sumerge y los “qorilazos” se van. Se van sangrando en las “qhashwas” por las calles serpenteantes por los innumerables caminos…


CUARTA ESTAMPA

NAVIDAD DE SANTO TOMAS

Por los serpenteantes caminos, llegan innumerables “qorilazos” a la fiesta del “takanakuy””.

Es día de la Pascua de Navidad. Día de la danza de los “negros”. Tropel de disfrazados que se cruzan a “pechadas” en la plaza barrosa. Música de “wayliya” que entona el “yawarmayu”:

Aman niñuy manchankichu
Rumi chijchi hatariqtin;
Aman niñuy waqankichu
Yawar unu puririqtin.

Pascua de Navidad: visión siniestra de individuos que sangran al golpe rudo de los puños. Huesos que crujen en cada puntapié.

Resurrección de las pasiones brutales.

Fuego de ira que se aviva en cada golpe. Nervios que se crispan en cada gesto de venganza. Tempestad humana que se desata.

Orgulloso rival que se yergue en el ruedo con la frente levantada y la cara cubierta con la negra máscara, esperando demostrar su valentía su fuerza, su cólera apenas reprimida.

“Takanakuy”: desquite público de agravios.
“Takanakuy”: lucha tenaz, caprichosa de grupos enemigos.
“Takanakuy”: ofrenda de virilidad a la desdeñosa amada.
“Takanakuy”: prueba pública de hacerse hombre.
Todo esto es Navidad. Fiesta típica de los guapos “qorilazos” derrama su sangre, desgasta su fuerza.

Año tras año, sigue batiéndose en peleas espeluznantes, sin motivo a veces, empujado por esa fuerza viril, movido por esa sangre de luchadores que hierve en sus venas. Sangre heredada por una raza fuerte y guerrera.

Erasmo Saldívar Bellido

Nota.- Estas estampas fueron escritas en 1962.

miércoles, 7 de julio de 2010

APUNTES PARA LA BIOGRAFIA DEL ARTISTA PANCHO GOMEZ NEGRON

Francisco Gómez Negrón, nació en la Villa de Colquemarca el 4 de marzo de 1911. Sus padres fueron Don Eleuterio Gómez y Doña Donata Negrón, naturales del distrito de Colquemarca.
Su primera educación recibió en la Escuela Elemental de la Referida Villa, bajo la dirección de la Señora Sabina Ortíz de Pacheco, cursó hasta el Segundo Año, habiendo terminado la primaria en la Escuela de Santo Tomás, Capital de la provincia y continuó sus estudios en el Colegio Nacional de Ciencias del Cusco.
Desde muy tierno se dedicó a la música, siendo el instrumento de su predilección el “charango”. Se inició en la música utilizando un instrumento rutinario llamado “tautanco” (este instrumento se improvisa de un pequeño arco de madera flexible del que se ata una cuerda de fibra de maguey o cerda de caballo y con ayuda de la boca se obtiene la vibración musical). Más tarde, su ingenio musical hizo que colocara en una tablita varias cuerdas que las templaba y tocaba. Viendo la afición musical del niño, un ahijado de sus padres, le trajo de obsequio un charango de juguete comprado de Sicuani, cuyo valor era de cuarenta centavos. En este instrumento aprendió el arte de tocar charango.
Antes de cumplir los diez años de edad, ya era buen pulsador del “chillador” o charango y como por entonces se carecía de músicos, era llamado a las jaranas que los jóvenes armaban en las noches.
Años después, la presencia de Pancho Gómez, “chillador en mano, era corriente en toda reunión familiar, con motivo de onomásticos, matrimonios, bautismos, etc. Luego aprendió a tocar la guitarra y después el “rondín”.
Estos instrumentos los tocaba simultáneamente. Su vocación musical le impulsó a tocar los instrumentos de viento usados por los indígenas de Chumbivilcas, tales como las flautas: “charol pincullo” (flauta de carrizo usado en el carnaval indio), el “t’eqo pincullo”(flauta de madera ahuecada), el “ayarachi” y la quena, instrumentos que utilizó en sus giras artísticas.
Dejó la tierra y a la ciudad del Cusco siguió cultivando su arte musical Chumbivilcano. Debido a su carácter sencillo y jovial pronto se hizo de amigos de prestigio, quienes embelesados por sus habilidades musicales le iniciaron en las actuaciones teatrales como artista cholo de Chumbivilcas, de esta tierra bravía que en sus aires musicales se expresa el relinchar de los indómitos potros, el roncar de las espuelas, el bramar de los toros bravos, el silbar de los pajonales y todo cuanto simboliza la exótica tierra de los Qorilasos. Usaba siempre, como distintivo el traje típico del terruño.
Después vino su fama y el CHOLO PANCHO GOMEZ NEGRON, ARTISTA CHUMBIVILCANO fue conocido por todos, su nombre figuraba en los diarios y se le tuvo como artista nacional.
Pancho Gómez cultivó la música del folklore regional, especialmente de su tierra, los huaynos, las qhaswas, las wankas, fueron de su repertorio cuyas músicas ignoradas, en su mayoría divulgó el floreciente artista, en todo sitio a donde llegó. “El Qorilaso Pancho”, el “Neo Cholo”; como le llamaban, para sus actuaciones teatrales. Usaba la indumentaria del “Qorilaso”, sombrero blanco faldón de lana de oveja, posteriormente de lana de vicuña, “qarawatanas”, poncho, chal, “ch’ullo” y como símbolos de la afición Chumbivilcana, llevaba lazo, maniota, “liwi” y las espuelas roncadoras de plata. Con las espuelas acompasaba el vibrar de su charango o de la guitarra, dándole aire singular y exótico.
Concurrió a los concursos artísticos obteniendo triunfos rotundos y cosechando aplausos y diplomas de honor.
El artista Chumbivilcano no solo fue conocido dentro del territorio nacional, sino que también en el extranjero, como en Bolivia, Argentina y Chile, países a los que llegó exponiendo el arte típico de los Hijos del Sol, causando admiración y despertando interés por la música peruana.
Posiblemente cansado de llevar vida de bohemio, después de largos años de ausencia, retornó a la tierra natal el año 1940, en compañía de su esposa Doña Domitila Portocarrero. Vivió algunos años al lado de su anciano padre y de su hermano mayor. En dicho tiempo llegó a desempeñar el cargo de Gobernador del distrito de Colquemarca. Desesperado con la vida monótona de su tierra, volvió a la ciudad del Cusco, llevando el proyecto de realizar una gira artística a México que fracasó por la falta de protección económica del Estado. Del Cusco pasó a Sicuani retornando al poco tiempo a Colquemarca, enfermizo y desilusioando.
Después de permanecer algunos meses mientras se reponía de su quebrantada salud volvió al Cusco, dejando la cuna querida, su pueblo natal, para siempre.
En la ciudad del Cusco se dedicó al comercio, en compañía de su esposa. A los 39 años de edad Pancho Gómez Negrón, tomó el sueño eterno en QUINCE MIL el 20 de febrero de 1950, cuando viajaba por motivos comerciales. Sus restos fueron trasladados a la ciudad del Cusco donde fueron sepultados con solemnidad.
Dejó tres hijos menores de edad, “Cisco”, “Suri” y “Nayhua”. A la muerte del artista Pancho Gómez Negrón, su esposa e hijos recibieron ayuda económica de algunas instituciones que supieron apreciar el valor artístico del “Qorilazo” que bajo a la tumba sin amasar fortuna material sino, solamente la espiritual.
Huayllani, febrero de 1956.
Javier Saldivar Bellido